Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Noches reversibles de incendios en la nieve.

Últimamente el surrealismo es la base de mi vida y aquí me veo de nuevo llenando unas cuantas líneas con mi insomnio y tu locura. Maldigo a todos esos dioses creadores y egoístas que no me dejan tenerte. Quisiera que estuvieras aquí, apartándome el pelo como de costumbre. Perdón por romper la promesa de no echarte de menos y no nombrar ojalases inombrables. Es que por la tarde volví andando a casa y al pasar por tu calle me pareció escuchar una melodía de guitarra salir por tu ventana y enredarse entre mis cosas. Somos sólo unos cuantos tragos de cerveza entre caladas con sus juegos de indirectas, sus conversaciones filosóficas trascendentales y mi risa de fondo y tus disparatadas conclusiones de después. Tenemos una habitación, sólo una habitación tan pequeña y tan llena de cosas... Que ahí tenemos guardadas nuestras canciones cantadas a susurros, nuestros viajes aún por hacer (con todos esos sitios por conocer) ¡Qué quiero que me lleves a la luna, mi amor! aunque sé de sobra que la tienes escondida debajo de tu edredón. En esa pequeña habitación pude adivinar tus pensamientos y más de una vez tú también adivinaste los míos porque, pese a no tener consciencia de ello, nuestra telepatía fue algo que no tardamos en descubrir. A veces llego a dudar si te quiero, pero sólo durante unos instantes hasta que recuerdo eso que tú me dijiste de "Vamos a querernos, sin llegar al fondo de esto, claro, que me da a mí que es bastante profundo y empiezo a sentir vértigo." Así que no queremos. No nos amamos ni nos odiamos, nos queremos a secas. Ya no pienso más en las notas negativas que conlleva la palabra utopía, porque lo que tú y yo estamos viviendo es una utopía por muchas vueltas de tortilla que le demos. Pero todos necesitamos nuestra dosis de fantasía y poder vivir en nuestra propia utopía. Por el futuro puedes estar tranquilo, aún no existe. Esta noche quiero soñar contigo para que inventes nombres estrafalarios para toda esa constelación de lunares que aparece en mi piel ante tus ojos, y que me pintes una uña de cada color con todos esos pintauñas feos que hay en mi estantería. Esta noche los barrotes de mi ventana no tiene ningún secreto para ti, ni me camisón tampoco.


¿No ves que lo nuestro es raro? Sigue intacto en mil pedazos y no logra romperse...

domingo, 12 de diciembre de 2010

Una cerveza y un té, por favor.

Anoche todo volvió a ser como antes, como antes de que yo saliese de tu casa hace unos días con mi enfado de niña tonta para no escuchar tus gritos ni tener que aguantar tu mal humor. Estuvimos en nuestra mesa de siempre en el bar de la plaza. Nos sentamos, nos miramos y nos callamos. Menuda escena más absurda, tú frente a un botellín de cerveza sin parar de mirarme fijamente y yo, calentándome las manos con una taza de té evitando en todo lo posible que nuestras miradas se cruzasen, tenía miedo de que al encontrarse la tensión hiciera volar todo el universo. Tras ese incómodo instante empezaste a reír, reías como un loco, en mi boca fue apareciendo una sonrisa. Allí estábamos, señores, en esa mesa de siempre mientras reíamos como locos sin poder entender nada. Intentaba encontrar respuestas a todas mis dudas y tú no dejabas de contarme caóticas historias libélulas, marsupiales y duendes sin corazón. Otra pausa muda, silencio con seriedad, otro ataque de bipolaridad. El silencio desapareció con tu "Pequeña, lo nuestro para ti no ha terminado porque este no es final que te esperabas." Te dejé que siguieras contándome tus incoherentes cuentos hasta que...
-Joder, tío, si al menos estuviera segura de que me has echado de menos, un simple te echo de menos puede salvar vidas si se dice en el momento adecuado, ¿Lo sabías?
-¿Qué se suponía que tenía que hacer? Huiste de mi vida porque así lo quisiste y yo lo acepté, me cansé de insistir y me conformé con lo que pudiese venir después, pero si quieres saberlo sí, te echo de menos.
Anoche, en ese momento, todo dejó de existir. Todo excepto él y yo, con un poquito más de vida salvada.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Toca otra vez, viejo perdedor.

Siéntate, te voy a contar una triste historia que no consigo quitarme de la cabeza. Es una historia de un sábado de un mes cualquiera y el año es lo de menos. Es la historia de un hombre en un bar no importa dónde. Él era un hombre viejo, tembloroso y apestaba, a cinco metros de él ya notabas su olor a humo, sudor y alcohol. Me lo encontré en la barra con los ojos húmedos, se pidió un whisky solo y se sentó en el taburete del piano. Sus ropas estaba viejas, casi tanto como él, y también estabas sucias, su barba era densa y canosa pero cuando se deslizaban sus dedos por el piano se transforma. Toca, no pares de tocar, viejo perdedor, tu música hace que me sienta bien, en tus notas se reflejan tu niñez. Cuando tocaba cerraba los ojos y se dejaba llevar, de vez en cuando los abría y contemplaba su reflejo en un espejo mientras se sonreía, por momentos se encontraba mejor. No pares de tocar, viejo perdedor, tu canción eterna suena a derrota y miel. Se sentía bien, se aferraba al piano y se sumergía en su melodía, pero alrededor había hombres babosos que le recuerdan a quien un día fue él, un joven pianista capaz de hipnotizar vencido por un mujer. Ella no quería que cortaran sus alas y metida en su jaula se sentía prisionera de los segundos que se la escapaban, un día desapareció por querer sus fuerzas probar. Él, a estas alturas, no se lamenta de los fracasos de ella aunque nunca a deseado su mal, pero a veces se le veo golpear con furia y nostalgia las teclas de ese piano olvidado en este oscuro bar, hay algunos que juran hasta haberle visto llorar. Su micrófono apesta a whisky y el calor le empieza a molestar. Alrededor de ese piano se encuentran solitarios apurando a encontrar pareja un sábado más, ignorando sus canciones de amor y soledad, sus manos no paran de temblar. No pares de tocar, viejo perdedor, tu música hace que me sienta bien. Sigo hechizada por sus notas y su eterna canción no la consigo olvidar. Una mujer apareció en mitad del bar. Ella era esa mujer, la mujer de su juventud, la mujer que yo veía en sus canciones. Se acercó hasta el piano y le dijo "Eh, pareces cansado y aún no ha salido ni el sol." Hay un hombre aferrado a un piano y no lo pueden separar.

martes, 23 de noviembre de 2010

Tirito.

Hacía tiempo que no escribía y es que noviembre llegó y me ha dejado en mi huequito del sofá congelada, llena de escarcha hasta las cejas. Con tanto frío hay que pensar hasta para poder respirar y se van helando los recuerdos.
No recuerdo tu cara. No recuerdo tu pelo. No recuerdo tus manos. No recuerdo tus manías. No recuerdo tu nombre. No recuerdo tu voz. No recuerdo tus canciones. No recuerdo tu olor. A veces recuerdo que te quiero... pero se me olvida con frecuencia. Tengo frío.


"Sé que si no hacemos algo el hielo durará mil años, ¿crees que alguien nos encontrará?"

miércoles, 10 de noviembre de 2010

9/11/2010.

-Es que... ya no me quedan promesas tontas que darte.
-Ya, ni a mí me quedan sonrisas para adornar tus martes.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Era de Burning, Ronaldos y Lou Reed.

Sólo me queda rock & roll para ti, eso y algunas de mis noches vacías, mis sueños, mis desvelos y mi manía de querer tenerte un poco más. Puedo recorrerme de punta a punta el mundo intentando encontrar algo que llene ese vacío que me dejas cuando sonríes y te vas, pero sólo se quedará en eso, en un absurdo intento que no conseguiré alcanzar jamás. Te puedo decir que me vay a cuatrocientos kilómetro o a cuatro mil que a ti te da igual, tú con un "llámame cuando vuelvas, pequeña, que te habré echado de menos" lo solucionas todo. No entiendes que yo no quiero perderme por la Gran Vía las noches oscuras y frías, que yo lo que quiero ahora es perderme esas noches entre tus sábanas e irnos quitando poco a poco las escarcha, derritirla y desayunarla por la mañana. Puedo entrar en cualquier bar y escuchar piropos y propuestas indecentes de todos aquellos que se hacen pasar por caballeros para culminar en sus diez minutos de gloria pero son palabrería barata que no me dice nada, sólo tus maullidos de gato hacen que mis pelos se ponga de punta y mi carne de gallina. Aunque tiente a la suerte con todos esos héroes de barrio que miras con odio sólo quiero probar fortuna contigo, no es tan difícil de entender. Búscame en los bares y callejones de siempre que yo estaré con mi falda, mis pitillos o envelta en trapos, con los labios morados y los dientes castañeando por el frío, esperándo a ver si vienes tú con tu abrigo y con tus brazos que me rodean dándome el calor que sólo ellos saben y me salvas de este invierno que se aproxima inevitable para llevarme a tu refugio donde siempre es primavera, nuestra primavera. Hemos vivido juntos más noches que los que la luna puede contar con sus ojos inocentes, noches en las que todo estaba bien. Esta noche he conseguido volver a ser tu estrella y hemos vuelto a ser lo más rock and roll que hay por aquí pero no sé cuantas noches aguantaremos ni cuanto de alto está ese piso imaginario que creamos para que algún día tú y yo tuvieramos nuestro rincón secreto, oculto de miradas agenas. Qué triste, eh. Aunque lo más triste de todo es que en los periódicos nunca aparecerá una historia tan preciosa y aténtica como la nuestra acabada en puntos supensivos o un interrogante continuo, esa historia de cuando yo te sonrío, te doy un beso en la mejilla y tú me susurras "Vamos a perdernos para siempre, Lady Madrid."

miércoles, 27 de octubre de 2010

Nos puede el orgullo.

Quisiera poder aclarar todas mis dudas antes de enterrar todos mis intentos de pedir auxilio y de rechazar tu falsa ayuda. Tus dedos en mí hacen sonar las más bonitas melodías de piano por eso a veces te busco pero otras veces, en cambio, salgo corriendo con tus zapatos en la mano y dejando un rastro de cristales por el camino. Sin saber cómo ni por qué te acabe diciendo en un lenguaje mudo o en un idioma aún sin inventar que las cosas conmigo nunca son fáciles y bonitas, que tú para mí lo eres todo pero quizás no es bastante, puede que fuese demasiado. Lo que tú me decías es que regalar besos es cosa tuya y a mí me toca quedarme con las ganas porque lo que mejor se te da es improvisar caricias trepando por mi tripa y dejarme vacía de alegrías. Te llamo a gritos desde el final del camino, que está embarrado y lleno de cristales, esperando que lo atravieses descalzo para poderte darte las gracias y pedirte perdón por todo lo que nos ha pasado. Con lágrimas en los ojos y una sonrisa en mis labios te doy las gracias por intentar aguantarme a pesar de lo difícil que te lo pongo y te pido perdón por todo lo que te ganaste y no supe recompensar. Gracias por arroparme por las noches e inventar cada mañana una nueva forma de despertarme. Perdón por confundirte con cada parpadeo y no saber decidirme. Gracias por descubrirme placeres en notas musicales y enseñarme a hacer el amor con la mirada. Perdón por querer quererte pero no poder sentirlo y también por sentirlo pero no querer. Gracias por hacer que aparezca mi sonrisa en los días que la creía muerta. Perdón por no contestar a todas tus llamadas pidiendo un poco más que la ración diaria que te toca de mí. Gracias por ayudarme a reír a carcajadas de mis errores y a poder superarlos. Perdón por ser tan cobarde y huir continuamente. Sobretodo decirte, aunque no te lo acabes de creer, que cuando tú te colabas en mi cabeza todos los demás desaparecían y aunque mis "te quiero" siempre fueron algo escasos todos han sido sinceros.

jueves, 21 de octubre de 2010

Día morado.


Esta mañana, al levantarme, le he preguntado al gato de escayola de la calle de enfrente que si te había visto pasar. No entiendo ni de relojes ni de calendarios, no hay tiempo, no me queda tiempo para seguir siendo una turista en tu pelo. Tengo días del color azul del mar y de color rojo, como los de Audrey Hepburn. Antes de tumbarnos en el sofá a ver el telediario sin intercambiar palabra alguna tengo que averiguar que se esconde en tu mirada.

jueves, 14 de octubre de 2010

Hielo.

Me he puesto a rebuscar en el cajón de los recuerdos y he abierto el tarrito ese donde guardaba tus besos por si algún día me faltabas, pero ya no queda ninguno porque hace tiempo que los mal gasté todos sin darme cuenta de cada segundo que no estabas a mi lado perdían su valor. Esta mañana, al ir a la biblioteca, el pobre de la esquina me preguntó por ti, me preguntó por ese chico que solía ir agarrado de mi cintura y que le daba algo de conversación cuando pasaba. No supe que contestarle, sólo he sonreído al ver que no soy la única que echa de menos tus tonterías. Fuera, en la calle, está lloviendo y las gotas descienden por mi ventana a la misma velocidad que lo hacía tu cremallera cuando nos quedamos solos. Tú seguro que estarás empapandote paseando por la calle, con tu pelo mojado... como si te estuviera viendo. Esta tarde no vendrás a buscar cobijo entre mis sábanas ni a secarte con mi almohada. Ya nadie llama a mi puerta, aunque en la entrada de mi casa a veces veo las huellas de tus zapatos estampadas con barro, tú te acercasy te vas, en silencio y sin rechisatar tras leer bienvenido en el felpudo, qué ironía. Después de tanto apagar luces y de aguantar el calor el FIN se nos resiste y siempre acabamos con un CONTINUARÁ sin saber cuándo llegará el último capítulo de esta preciosa historia en ruinas. El café todavía conserva su sabor amargo y boca, algunas noches, conserva su sabor a cerveza, pero Madrid cada día es más gris y va perdiendo musicalidad cuando no escucha el punteo de tus dedos en mi guitarra. Me he perdido en callejones sin salida intentando encontrar un atajo que me lleve a tu casa. En esta guerra, una vez más, salgo perdiendo y ya no me quedan vidas y tú sigues sin entenderlo, en el fondo te envidio. Algunas veces te quedas en blanco y yo sin saber cómo reaccionar ni cómo descansar me vuelvo a enredar entre tus dedos. La única explicación que le encuentro es que contigo tengo frío pero sin ti me congelo. Sólo quería recordarte que mi estrella en ocasiones se cansa de brillar, vuelve a encenderme.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Toc Toc, se puede?

-Hola doctor, sí, soy yo otra vez, es que... verá, ese vacío que sentía en mi interior no ha dejado de crecer desde la última vez. No sé lo que me pasa, hay algo en mí que no sé, no va, no funciona. Creo que se me han acabo las pilas. Antes tenía fuerzas para todo y un poco más, ahora hay algo que se ha apoderado de mí. ¿Sabe usted ya qué me pasa?

-Que ya no tienes nada por lo que luchar.

martes, 5 de octubre de 2010

My baby, goodbye.

-Menos mal que nadie te conoce como yo. Da gracias a que ellos no sepan que te gusta vagabundear por las calles de noche, que no te asusta estar sola en un bar, que tienes manías que desesperan a cualquiera a las que acabas cogiendo cariño, que no necesitas emborracharte para llorar delante de un desconocido, que te has fabricado una armadura que está resultando ser tu propia prisión, que nunca has sabido lo que has querido pero siempre estás queriendo algo, que en cada una de tus sonrisas se pueden esconder mil lágrimas... Si ellos intuyeran algo de esto creo se santiguarían al verte como si fueses el mismo diablo.

Cuando terminó de hablar me mordió la nariz y se fue.

domingo, 3 de octubre de 2010

Segundo premio.


Lo primero dar las gracias a P. con sus absurdas historias por este premio porque... sabes? a mí también me hace ilusión que la gente se acuerde de mí para estas cosas.

Estas son las normas de premio:
-Hacer una entrada con el premio.
-Compartir con 12 blogger, linkeando a los nominados.
-Comentar en sus blogs que han sido premiados y a la vez poner un link al blog de la persona que te otorgó el premio.

Mis ganadores son:

jueves, 30 de septiembre de 2010

Dime.

¿Cómo lo haces tú para hablar cuando no tienes nada que decir? Esta mañana he descubierto una chuchería que se llama "sesos rellenos", el mundo está loco. Si me tuviese que arrepentir de algo sólo sería de todos esos te quiero que nunca dije a tiempo.

martes, 28 de septiembre de 2010

Voy.

Voy a hacer que desaparezca todo del todo. Voy a cambiarte por nada y salir ganando en el trueque. Voy a aprender tus trucos y tus artimañas de todas las mañanas, unas veces buenas, casi siempre malas. Voy a saber que hay en tu cabeza con sólo mirarte a los ojos y dar la vuelta a todo e incluso quererte los días pares de cada mes. Voy a cortar todos los folios con palabras guarras y corazones alrededor y voy a hacer un cuadro con todos tus poemas de buenos días. Voy a ir más rápido y a cometer tantos errores como ganas tenga de superarme. Voy a subir a lo más alto sólo por sentir la falta de oxigeno y luego dejarme caer con los ojos cerrados y los puños abiertos. Voy a prender fuego a todas tus dudas, a toda mi ropa interior, a toda la gente que se ha dejado de hacer preguntas y cree poder contestar a todo. Voy a decir sí cada vez que se me antoje y hacer que el carpe diem para mí cobre sentido. Voy a alimentarme de besos todas las noches pero no serán siempre de tus labios. Voy a quererte tanto que te duela, incluso que te duela saber que aunque te quiera más que a nada no podría estar ni dos minutos en la misma casa. Voy a cerrar con candado todas esas puertas que un día deje abiertas y tirar la llave dónde nunca la pueda volver a encontrar. Voy a escuchar tu nombre y no escuchar lo mismo. Voy a convertirme en una melodía acústica que no te puedas quitar de la cabeza.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Domingo astromántico.

Todavía hay canciones que me suenan a ti y atardeceres que llevan tu nombre. Lo que quiero decir con esto es que yo no sirvo para ser una romántica. Que si no sirvo para amar no sé por que cojones acabo siendo amante de tantas vidas. Pero ya no se me volverá a erizar cada poro de mi piel al escuchar eso de "I need your love" en esas canciones que poníamos de fondo a la hora del café, cuando en esa hora hacíamos de todo menos beber café. Sabes de sobra, porque tú siempre lo sabes todo, que echar de menos es uno de mis vicios inconfesables y, que pese a tener tanta práctica, siempre se me ha dado fatal. A veces un se convierte en un vosotros, y a veces confundo los tiempos verbales y mi karma ya no entiende nada. Sigo soñando con que todos esos poetas que guardan algo de magia en sus chisteras me esperen a la vuelta de la esquina para llevarme al baile, para decirme que aunque no tengan nada siempre me lo han dado todo y sentirme como una niña mimada. Entonces abro los ojos y me doy cuenta de que nada de esto va con lo que soy, que yo lo quiero todo, sí, pero sin dar nada a cambio, y me paso de exigente conmigo misma, nunca cumplo mis expectativas. Si me miras por la calle verás que ya no llevo puesto mi sombrero en ningún momento para no tener que quitármelo ante nada ni nadie y últimamente se me olvida con frecuencia ponerme el corazón porque me pesa demasiado y yo siempre he tenido muy poquita fuerza y nada de valor. Por cierto, ¿Has visto la luna que había esta noche? Yo sí y, fíjate, en ese momento no me acordé de ti.


Si tu magia ya no me hace efecto... ¿Cómo voy a continuar?

sábado, 25 de septiembre de 2010

El mundo se ha vuelto loco y tú y yo vamos al revés, por eso lloro hacía adentro para que las lágrimas se me metan en ese huequito de mi cabeza y me obliguen a decir "Mi amor, esto no puede seguir así."

Mirarte a los ojos.

"No sé hablar mirando a los ojos. Tengo manojos de extroversión y puedo hablar hasta por los codos, ser el mejor amigo de todos y no fijar mi atención en vuestra belleza. Soy demasiado flojo. ¿Tengo qué hablar? No necesito entablar conversación. Chica, tengo un amigo al que le molas mogollón y compartís canción favorita. Quiero hablar para que te derritas con mis rayos de emoción, pero soy flojo y mi alborozo cae en un pozo si no oigo afección mientras compongo ilusiones frente a esos ojos que no me atrevo a mirar por miedo a que me mientan. Disimulo tan bien que nadie se da cuenta. Y grito, y gesticulo y, aunque no me pega, me hago el chulo. Aún con los ojos vendados estaría vendido. Tengo un amigo argentino que cuando leo me recuerda que estoy jodido. Mis ojos caen al suelo tras un aplauso merecido. Chica, quiero impresionarte de lejos porque frente a frente tendré miedo de tu mirada y de conocerte, me aterrará hacer lo que más me apetece... ser un niño con mirada de bandido sólo por diversión. Quedarme en blanco, o en negro. Quedarme quieto. Los ojos hablan más rápido que el corazón, se adelantan a una boca que va a decir te quiero, pero yo no los miro porque el síndrome de Stendhal lo llevo fatal. Sabiendo todo esto sólo puedo proponerme sobreponerme a mi esclavitud mental, dejar de posponerme mis días en el jardín de la felicidad, que puede ser esta ciudad, depende de cómo se mire. Y dejar de fingir seguridad para aprender a vivir con el miedo, que es un buengran amigo que cada vez aguanto menos. soy de esa clase de hombres buenos que llevan mal eso de que ser malos luzca tanto, y esa incoherencia que arrastramos nos la acabamos por tragar. Lo mires por dónde lo mires yo construyo mi hogar, y prefiero una casa pequeña a un palacio impersonal. Es más bonito este juego de miradas con la cámara que despotricar. Oigo tan pocos poemas felices... pero hoy tenemos narices rojas y sonrisas que regalar. ¿Cómo esta ustedes? ¡¡Biiieeeeeen!! Tenemos miradas que nos incitan a amar, tenemos chistes malos que contar, tenemos intrigas divertidas que revelar, tenemos inocencia suficiente para iluminar cualquier estrella, inocencia para eliminar cualquier atisbo de culpabilidad.
¡Joder, chica! Si es que tenemos de todo y no nos hace falta de nada."

N.A.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Ahora...

Puede que mi vida sea de usar y tirar pero no olvides que una vez llegué a ser tu vida de usar y tirar. En fin, que no sé si lo que quiero ahora es un milagro o una gilipollez. Pero ahora duermo mejor desde que tengo por seguro que nadie me espera en mis sueños. ¿Ahora qué hago yo? ¿Ahora qué haces tú? ¿Ahora qué hacemos tú y yo? Es que si llegué a quererte es porque eres el único que sabe lo que me gusta. Sabes cuándo. Sabes cómo. Sabes dónde. Eso es todo, que nuestro sofá se está empezando a llenar de moho y yo aquí estoy, sentada en el suelo y muerta de frío.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Calles.


Las calles están llenas de obras y a nosotros nos da por besarnos detrás de cada andamio, a veces debajo de ellos tentando a la mala suerte. Nuestraas ganas están alicatadas, construimos ilusiones y barnizamos con olvido. La luna brilla en el cielo, otras veces en mi sonrisa y casi siempre en tus ojos.
En la calle hay músicos que tocan la guitarra y también está la chica esa de la minifalda que siempre te guiña un ojo y hace que me ponga celosa. Qué sí, la chica esa que baila al son de la vida alegre.
Por la calle pasa el chatarrero dando voces, tú le imitas y me río. Mientras te digo a gritos en silencio que en mi espalda tengo más de dos mil poemas para que tú los leas, que en mi bolso llevo tres velas para iluminar tu cuarto y, no lo niegue, ambos sabemos que siempre he tenido un huequito en tu colchón. Porque ahora no quiero más. Me asusta tener un huequito para mi ropa interior, mi cepillo de dientes y mis malos despertares.
Cruzando la calle hay unos niños jugando al fútbol persiguiendo un balón y enfrente hay una niña vestida de princesa imaginando que es un hada usando un consolador como varita, no entiende que es el sustituto a los polvos mágicos. Pero cada loco a su tema.
Cada loco a sus andamios, a sus guitarras, a sus minifaldas, a sus chatarras, a sus balones, a sus consoladores. Porque el frío está a la vuelta de la esquina y por las calles no quedará nada, sólo la nostalgia de tus manos y echarla de menos es estas noches frías.

martes, 21 de septiembre de 2010

-Pero, ¿estamos hablando de virtudes o defectos?
-¿Cuánto tiempo nos queda?
-Pues yo diría que bastante.
-Entonces podemos hablar de tus virtudes y mis defectos.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Eternal sunshine of the spotless mind.

En el fondo me da miedo de que cualquier noche de estas no quieras cantar o imitar un solo de guitarra en mitad de un bar conmigo o prefieras hacerlo con esa chica del fondo de la barra. Puede que un día de estos eche a correr pensando que vendrás detrás y al darme la vuelta hayas desaparecido y ya no sepa que hacer ni dónde buscarte, puede que ni siquiera sepa buscarte porque en el fondo no llegué a encontrarte nunca por eso de que voy por la vida con una venda en los ojos. Un día de estos empezaré a echar de menos tus dedos por mi espalda para despertarme, las sonrisas teñidas con café después de comer(nos) y nuestras continuas discusiones. Recuerdo como corríamos entre multitudes mientras la gente desaparecía a nuestro alrededor pero eso formaba parte del día a día. Ahora nos miramos pero no nos vemos, nos tocamos pero no nos sentimos y, a pesar de todo, noto el corazón acelerarse al mismo ritmo que el tuyo cuando me coges de la mano. Somos un eterno resplandor de nuestras mentes sin recuerdos.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Cosas de la gramática.

Ya no me motiva jugar al gato y al ratón, ni pasar las noches mirando mi reflejo en una copa de ron. Intento no engañarme ni engañarte, así que la próxima vez que te acerques y me digas"Estas no son horas para un chica como tú y mucho menos en este sitio, siendo tú tan poquita cosa y con tan poca ropa" no sonreiré y pondré cara de buena, simplemente me limitaré a dar media vuelta.
Cada vez soy más de carne y menos de piedra, estoy aprendiendo a arrepentirme de las cosas y a disfrutar de los momentos. Puedes seguir arañándome, pero por favor, no dejes de besarme, lo que no quiero es que intentes salvarme de lo que llamo mi vida ni que te pierdas en ella.
Una vez un tipo me preguntó que quién me pensaba que era yo. Soy algo así como la perfecta imperfección, como una paradoja con solución exacta y decimales, como la bendita locura, y bendita y loca. No hay mucho de donde sacar tampoco si no te atreves a imperfeccionar la perfección o volver loco a todo lo bendito.
Tú haz que arda París esta noche que yo sigo en mi hoguera de sábanas negras y cartas sin remite ni destinatario. Dejo la puerta entornada por si me vuelven a entrar ganas de buscar tu olor las noches que duermo sola. Pero así, "ganas" en plural, porque no me da la gana (en singular) de ser la que siempre pierde mientras tú consigues ganar (en infinitivo, imperfectamente).

sábado, 18 de septiembre de 2010

Astucia.

Odio la astucia. La odio cuando no me siento astuta ni quiero serlo porque si lo fuera acabaría con todo esto para siempre. Aunque bien pensado debería someterme, animarme y apretar el gatillo. Ahora hazlo. Dijiste que lo harías. Métete en las cuevas que imaginaste y quédate allí meses, años, siglos... leyendo tus hermosos libros y bañándote en las piscinas de los templos. Vete antes de que sea tarde. A veces soy más astuta de lo que me gustaría. Yo, a cambio, te recordaré como a ese neurótico que enloqueció en una tarde de verano y que nunca recobró la razón. Y el Había una vez se convirtió en un no hay más veces.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Despertares.

Hay mañanas en las que te levantas especialmente tonta. Te gustaría conservar todos esos peluches de tu infancia para hundirte entre ellos, escuchar esa canción que hace que sea inevitable la aparición de esa sonrisa en tu cara o que alguien te invite a uno de esos helados de tarrina que hay en el mercadona. Te levantas y lo primero que harías sería gritar por la ventana que sigues viva y... ¡qué coño! Que tú también eres especial, porque, aunque no tenga sentido ninguno, eres jodidamente especial. Luego, con el camisón aún puesto y el pelo alborotado, saldrías a vagabundear alguna calle con un gato y al mirarlo sentir como se te eriza el pelo. Da igual las fichas que mueva el mundo porque tú estás en casa o te has caído al pozo pro da igual, porque sin saber como hoy te sientes un poco más niña y un simple abrazo te serviría de salvavidas. Hay mañanas en las que te apetecería que te despertaran a besos, pero de esos inocentes que te alegran el día sin querer nada a cambio.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Renoir.


-Esa chica del vaso de agua creo que está distraída porque está pensando en alguien.
-¿Te refieres a alguien del cuadro?
-No, quizá un chico con el que ella se cruzó y le dio la impresión de que los dos se parecían.
-¡Ah! Osea que ella prefiere imaginarse una relación con alguien ausente que tener una con los que están a su lado.
-No sé, quizá sea lo contrario y ella se desvive por arreglar la vida de los demás.
-¿Y de ella? De todos los desarreglos de su vida... ¿quién se ocupará?

miércoles, 15 de septiembre de 2010

¨

Vivo entre cuatro paredes a los que suelo llamar el zulo de mi mente. Soy mi propia víctima y verdugo. Respiro pensamientos. Siento el vacío y no estoy envasada. No es que piense que el recuerdo vale más que la persona pero... hay veces en que me lo planteo. Es hora de que empiece a vivir para mí.

martes, 14 de septiembre de 2010

Por suerte los dioses no se enteran de nada.

Son las noches de alcohol y las mañanas paseando por la plaza mayor. Se nos acaba el tiempo y no me siento capaz de convertirte en un hombre tal y como el diablo me exigiría para tenerte cinco minutos más conmigo. No hay pecado capital que se libre de nosotros, y no sólo me refiero a la lujuria, lo que pasa es que me da demasiada pereza hablar de la envidia que tengo de tu ira o de la avaricia que siento por ser un poco más soberbia, y gula es lo que nos sobra cuando nos comemos el uno al otro. Pero en este poco tiempo puedo seguir improvisando historias y escribir un libro en el que tú y yo no pintaríamos nada, porque será un libro precioso y súper empalagoso. Es que querernos es como bailar un tango, lleno de deseo y odio. Así que permíteme que te diga que cuando nos toque despedirnos debemos de hacerlo con clase. Déjame que te mande a la mierda con estilo y elegancia, como sólo tú te mereces.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El juego se había puesto en marcha de nuevo.

Felicidad en estado puro, bruto, natural, volcánico. ¡Qué gozada! Era lo mejor del mundo, mejor que las drogas, mejor que la heroína, mejor que el costo, cocaína, chutes, porros, hachís, rayas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácido, LSD, éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano, mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los teleñecos, que el fin del diario. Mejor que los andares de Ally MacBeal, Marilyn, Mario Bros, la pitufina, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawfold. Mejor que la cara B de Abbey Road, que los solos de Hendrix, mejor que el pequeño paso de Neil Amstrong sobre la luna, el space mountein, papá Noel, la fortuna de Bill Gates, los trances de Dalaí Lama, las experiencias cercanas a la muerte, la resurección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson. Mejor que Woodstock, que las raves más orgásmicas, mejor que los excesos del marqués de Sade, Riambaud, Morrison y Castaneda. Mejor que la libertad, mejor que la VIDA!!

domingo, 12 de septiembre de 2010

Día de resaca.


Me siento tan intoxicada que no puedo comprender nada. Pienso en todo y nada se me ocurre. Las noches son todas iguales y, en cambio, todas tienen algo diferente. Cada vez que oigo mi nombre no me suena igual porque algo ha cambiado en tu voz y en tu sistema nervioso, en tu forma de escribir y en tu forma de erizarse el pelo. Después de cada calada inspiras y expiras, inspiras y te inspiras. Mueres 7 minutos y vuelves desbordante de ideas entre humo y ceniza. Siento lo acústico de 900 guitarras dentro de mí. Me revuelvo entre las sábanas, te beso, miro mi reflejo en tus ojos y mientras me coloco el flequillo prometo no reprocharte nada. Puede que sea un estúpida y me esté volviendo loca. Arrastro todo lo que veo para poner más empeño en el siguiente beso, porque aunque nunca haya entendido las matemáticas tengo la cabeza cuadriculada, manías que desesperan a cualquiera y una lista perfectamente numerada. Me repito: No te preocupes de ser constante y averigua lo que te falta. Me arrastro a la cocina a por el cuarto litro de agua.

viernes, 10 de septiembre de 2010

¿Decías?

A veces quisiera vivir en un anuncio, como en ésos que todo es bonito y suena una música pegadiza de fondo. Hacerte sentir el placer como cuando explotas las burbujas de plástico del embalaje, o ser mágica y tentadora, como esos extraños nombres que les ponen a los cócteles, que no sabes qué coño llevan pero... necesitas probarlos. Lo que pasa es que siempre veo el vaso medio lleno, el problema es que a veces ese vaso sólo lleva veneno. Hay cuando no entiendo nada, por muchos bocetos y croquis que hagas, con flechitas y anotaciones, nada, no hay forma. No me rindo, estoy en continua lucha. En lucha conmigo, contigo y hasta con los perros, pero la lucha está fuera y no me doy cuenta. Las causas pérdidas hay que dejarlas como lo que son y no romperse la suela de las zapatillas intentando buscar una solución. Existe gente maravillosa que es capaz de ver lo bueno de cada persona y hacer que éso brille con más fuerza que el resto, también está la gente que no ve más allá de su nariz y es incapaz de descubrir la ligera chispa que cada uno guarda en su pupila y luego está la gente que cierra los ojos para ver sólo la verdad. Puedes pensar que no tengo corazón o que voy de cama en cama con quien juega a la oca, pero ¿quién decide lo que es amor? Todo acaba sucediendo en el lugar adecuado y en el momento adecuado. Lo mío no es jugar al ajedrez con las personas como si fueran peones. Lo siento, no soy para nada como tú pensabas y, la verdad, me encanta.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Aquella luz del faro.

Cada tarde volvíamos al mismo faro a intentar recuperar la luz que había en ti, en mí y en aquella fotografía. Volvimos cada tarde durante casi un año pero... aquella luz no volvió. Tampoco lo hizo una que se le aproximase. Quizá esa luz nunca lució o quizá ese día no existió, sólo fue un efecto de un carrete mal revelado. Ese carrete escondido en la guantera con todo lo que sí existe. Paraste el motor, se oía la radio de fondo y nos dormimos. Soñé que tocabas el piano en mi funeral, aunque no estábamos en mi ciudad ni estaba mi familia, ni siquiera amigos, pero eran tus manos en mi piano frente a mí, muerta. Me desperté y caminé hacía el faro. Te despertaste y me acariciaste una pierna, pero en el asiento del copiloto no había nadie, sólo la tapicería ya algo vieja. Saliste del coche y mirabas como mi pelo se movía con el aire o como las ideas pueden verse cuando vuelan cerca del mar. Y luego, como anticipo y sin previo aviso, aquella luz.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Me dan miedo las prisiones y las presiones.

Lo dramático va creciendo en mí a gran velocidad. Poco a poco apenas consigo dominar mis emociones y no recuerdo ya quien era. Ser como un brillo malva en mitad del universo, que cambia de forma constantemente. Ser una mancha en el cielo que ni mil astrónomos encuentren jamás, y volverme enigmática y, a veces, sencillamente complicada. Intento averiguar que es lo que quiero y adorno todo lo que ya desecho de mi vida, porque ya sólo es éso, decoración de una vida anterior ya pasada. Pero ya no busco llevarme momentos a la cama, ni quiero que me abracen para hacerme gritar por mucho que hierva mi sangre hasta quemar mis células y pierda el control. Ahora lo quiero todo. Quiero llorar de alegría y reírme de mis tonterías. Quiero un cambio, un terremoto, otro destino, un huracán que suba hasta el infinito y me deje caer en algún lugar desconocido. Poner a prueba el instinto de supervivencia. Pero no quiero ser una fugitiva del mundo, ni un cuerpo bonito pero vacío, ni un cúmulo de nada con vestido y sin sonrisa. Porque soy como una hoguera, un maremoto o un disparo. Soy la locura que hay en ti y lo indómito que reside en mí y, cuando todo va mal, a veces soy quien te empuja desde el precipicio.

martes, 7 de septiembre de 2010

Caos.

Los artistas a veces somos un poco así, algo desordenados. Encima de mi cama puedes encontrar la almohada sí, y también ropa, libros y hasta una guitarra sin una cuerda. Pero todo nos dice algo, por eso evitamos en cierto modo el orden, sí, sin sentido. Tampoco tiene sentido que me peine por las mañanas cuando sé que al irte a despertar tendré el pelo más alborotado todavía y paso de lavarme la cara porque me gusta el aire que me da el pintalabios extendido hasta el carrillo izquierdo, en parte me recuerda a ti, tan desordenado y desorientado como yo. El suelo está lleno de cosas, mira ahí, está tu calcetín al lado de mi cámara de fotos que nos observa en silencio. Si intentamos salir me agarras de la mano con cuidado de no pisar nada, bueno, me agarras de la mano o te coges del pañuelo que cuelga sobre la estantería, quién sabe. Ya no voy a discutirte ni a contarte más detalles porque lo que quiero es que vengas a verlos tú, que encuentres el pincel que se me calló ayer debajo de la cama y me dibujes una sonrisa o que te escondas bajo las sábanas, me da igual, pero déjate de tonterías. Los errores están para cometerlos y ya luego, si eso, arrepentirse. Pero qué se le va a hacer, tu calcetín está por ahí perdido y yo con mis ganas de más, de tus brazos y de tus abrazos. Soy así de desordenada y todo me dice algo. Ahora no sé dónde te tengo pero sigo mi orden en mi caos, por éso sé que te acabaré encontrando.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Firmín.

La verdad es que nunca ha estado bien de la cabeza. Lo que pasa es que él no ataca molinos de viento. Hace algo peor: sueña con atacar molinos de viento, está deseando atacar molinos de viento y a veces imagina que ha atacado molinos de viento. Molinos de viento o molinos de cultura... digámoslo de una vez, los más deleitables e irascibles de los objetos, trituradoras eróticas, molinitos lascivos de lujuria, factorías carnales de raros goces, fantasilandias de fornicadores frustrados, cuerpo mismo de las beldades, y, al fina, ¿Cuál es la diferencia? Una causa perdida es una causa perdida. Pero él no se va a obsesionar con esto ahora. Ya se obsesionará más tarde.

domingo, 5 de septiembre de 2010

La vida rima.

No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza
por
eso de que sus caderas...

Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras
y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da.

Pero además la he visto seria, ser ella misma,
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.

Por eso, eso que me cuentas de que mírala cómo bebe las cervezas,
y cómo se revuelve sobre las baldosas y qué fácil parece a veces enamorarse.

Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo
de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...

Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.

Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente
para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas.

No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece,
luego te abrace y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.

Así que supondrás que yo soy el primero que entiende,
el que pierdas la cabeza por sus piernas y el sentido por sus palabras,
y los huevos por un mínimo roce de mejilla.

Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa,
las incomodidades de orgullo que pueda provocarte,
son algo con lo que ya cuento.

Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada,
que hace tiempo que escribo los míos.

Que yo también la veo.
Que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.

Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.

Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido
y en formato secreto.

Que me sé sus cicatrices,
y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría, y me sé lo de sus rodillas,
y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra.

Que yo también he memorizado su número de teléfono,
pero también el numero de sus escalones,
y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.

Que no sólo conozco su última pesadilla,
también las mil anteriores,
y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada,
porque tengo más deudas con su espalda
de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).

Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella,
rendida a ese puto milagro que supone que exista.

Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos,
y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino,
y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.

Que lo de "Mira sí, un polvo es un polvo",
y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas
y sólo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.

Que te entiendo. Que yo escribo sobre lo mismo. Sobre la misma.
Que razones tenemos todos...

... Pero yo, muchas más que vosotros.


Y a veces, yo también le quiero por muchas más razones.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Él.

¿Quieres que te hable de él?
Pues él es entre todos los gatos el que consigue trepar a lo más alto de las ramas de la oportunidad. Sus besos saben como el limón después de un trago de tequila. Él es la carcajada de un niño sin malicia y entre todos los árboles de un bosque él es el árbol que me da sombra cuando tengo calor. Es un texto entero lleno de comparaciones que no llegan ni a la suela de sus zapatos viejos. Es esa cara que pone mientras recorre mis piernas con un hielo y yo le llamo "capullo" y también la cara que pone cuando me sopla fuerte en la oreja derecha y escucha "éstate quieto, tontolculo". Porque a veces puede llegar a ser como la bofetada más sonora del mundo o como ese ruido que hacen los pies al patinar en el plato de la ducha, también es como ese lío que te haces con tus propias palabras y también como la sensación que te produce eso, esa sensación de ser un tonta que no sabe como explicarse, como la que tengo yo ahora mismo. Es saber algo que te produce incertidumbre con toda certeza. Es como ese olor que se te mete en la cabeza aunque apenas es perceptible pero se mete ahí dentro y no hay forma de sacarlo. Es ese tono de voz con que me pide que hable un poco más o que por favor me calle. Es como cuando me pregunta por esas cosas que nunca le cuento y ve como me sonrojo mientras él se ríe con los ojos tristes. Es como ese folio vacío que me da miedo y como cuando cojo un bolígrafo y ya nada me puede parar. Es como nuestro idioma secreto a base de gritos mudos y miradas fijas. Es como ese deseo que me provoca y como esas ganas que me dan a veces, cuando me saca de quicio, de morderle una oreja hasta arrancársela o de cortarle los dedos de los píes para que no se ría de mí por usar una talla 37 o dejarle arañazos por todo el cuerpo, vamos, como todas esas cosas que nunca haría porque él sabe que yo prefiero quedarme quietecita en un lado de la cama para que me arrope. Es como nuestras peleas al poner discos de vinilo en mi tocadiscos porque nunca nos ponemos de acuerdo en nada, por éso odio ese poder de convicción que tiene conmigo. Es como nuestra historia, que no es de amor ni de pasión pero es de algo que se le parece y no empieza con un Érase una vez ni nunca me ha llevado a comer perdices porque en nuestro cuento no hay príncipes ni princesas sino un sapo y una rana que saltan entre nenúfares. Es como esa sensación de haber tropezado sin querer con éso que llevabas toda la vida buscando. Como la sensación que tengo de conocerle de toda la vida en vez de llevar apenas un mes enredada en su pelo y entre sus ideas. Es como esa manía suya de querer comprenderme y esa manía mía de querer desquiciarle. Es como cuando nos sentamos el uno frente al otro a contemplar todas nuestras diferencias y sentir como se funden con un simple beso. Es como poder escribir todo un libro sólo hablando de él.
Es que cuando me piden que hable de él no sé por dónde empezar ni cuándo acabar...

viernes, 3 de septiembre de 2010

-Has cambiado desde que nos conocimos.
-¿Ah, sí?
-Desde luego.
-¿Y en qué se supone que he cambiado?
-No sé, en todo... te has hecho mayor.
-¿Por qué lo dices?
-Porque tus zapatos ya no tienen agujeros y en tus converse ya no están escritas nuestras iniciales.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Todo fluye e influye.

Igual me pasa un poco eso, que sin ti me siento vacía pero contigo tampoco estoy llena. Hay momentos en los que sé que tú eres el único que puede llegar a entenderme, que incluso te necesito. Otras veces, en cambio, te desquicio, yo y mis absurdas manías, mis deseos de abrazarte pero mejor otro día. Lo que pasa es que ahora no soy yo, por no ser no soy ni persona. Ahora sólo soy un cuerpo con un cóctel molotov en el interior. De verdad qeu lo siento, pero sólo te pido un poco más de paciencia, que sabes que conmigo nunca sobra. La próxima vez que me mires y me digas "pero mira que estás rara" intenta sonreír porque sabes que es algo temporal, que ya falta poco. Ni eres tú, ni soy yo. Quizá es este mundo que está lleno de mierda y poco a poco nos contagia. Pero por favor, quédate otro rato a mi lado, contigo hay más bueno que malo.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Jugando a no perder.

Ya no es que no arriesgue porque no quiero ganar. Ahora simplemente prefiero no perder. Quien quiere algo lucha y lo consigue, quien no quiere nada se limita a que las luchas no estén demasiado cerca. Resumiendo, he conseguido construir mi corazón con mimbre, se puede doblar antes que partirse. Juré que desde ese momento nadie me volvería a hacer daño, tú no serás el primero. La clave para sobrevivir es evitar las guerras, y más si son con una misma.

martes, 31 de agosto de 2010

No te das cuenta o no quieres darte cuenta.

No somos más que un mismo corazón latiendo de forma desigual y luchando por sobrevivir. Celebras a diferente ritmo que todavía seguimos vivos y aún nos quedan historias por contar. Aquí nadie mira a nadie y así es todo más fácil. Pero dime, ¿de verdad no puedes ver la luz de mis ojos cuando te acercas? Coño, estoy cansada de este mundo de ciegos. Quiero que me mires y que seas capaz de ver las ganas que tengo de reír y de decirte "quédate un poco más", porque lo que quiero es reír, pero contigo. Y todos seguimos igual, con nuestra venda en los ojos, que está de moda y además facilita mucho las cosas. Me creo independiente y paso de pedir favores a nadie. Adopto la filosofía de Juan Palomo Si yo me guiso mis problemas, yo solita me los como. Es decir, lo que quiero es comer barato y bien. Lo que quiero es hablar inglés con fluidez, deslumbrarte hablando francés y defenderme con el italiano. Lo que quiero son unas chanclas para el próximo verano porque las mías están rotas y además a mí me encoge el pie. Lo que quiero es poder emborracharme de una vez sin recordar tu nombre tres veces cada dos tragos de ron. Lo que quiero es experimentar un estado de trance sin necesidad de drogas, ser más práctica y menos dañina, ser más divina y menos apocalíptica. Lo que quiero es poder ver detrás de esas vendas, en todas las pupilas de este mundo, el amor y el deseo. Te estoy diciendo que lo que de verdad quiero es que duermas conmigo y mañana me apartes el pelo de la oreja para decirme luego, muy bajito, "Buenos días, qué el sol asoma ya por esa esquina y la luna sigue atrapada entre estas sábanas."

La vida es bella.

-¡Ah! me olvida decirte que...
-Dilo.
-Que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes ni imaginar. Pero ésto no se lo diré a nadie. Sobre todo a ti. Deberían torturarme para obligarme a decirlo.
-¿A decir qué?
-Que quiero hacer el amor contigo. No una vez sólo, sino cientos de veces. Pero a ti no te lo diré nunca. Sólo si me volviera loco te diría que haría el amor contigo, aquí, delante de tu casa, toda la vida.

lunes, 30 de agosto de 2010

Montaña rusa.

Tengo la sensación de vivir contigo en una montaña rusa. Con sólo una llamada de teléfono consigues que me hunda en el barro o que pueda llegar a tocar las estrellas. Aceleras mi corazón a dos mil por hora pero ésto me está empezando a marear... Disculpe, ¿no lo piensa parar nunca?

We drink to die. We drink tonight.

And it rips through the night...
And it rips through the silence, all that is left is all i hide.

domingo, 29 de agosto de 2010

Correr.

La gente que corre por la calle en verdad no busca tener un cuerpazo. La gente empieza a correr de verdad cuando matan a su gato, o atropellan a su hijo o se follan a su mujer. Esa gente que corre no quiere adelgazar sino que busca huir. Corre todo lo que puede hasta llegar a algún sitio donde se pueda olvidar de la imagen de su gato partido por la mitad, de su hijo partido por la mitad, de su mujer partida por la mitad. La gente que de verdad corre es éso lo que de verdad persigue.

sábado, 28 de agosto de 2010

Diecinueve.

A unos 19 metros del bar ya se oía la música y notaba tus 19 manos que todo son capaces de acariciar. A 19 pasos de ti noto tu pelo mojado y tu 19 ganas de echarte a volar y hacerme gritar escondidos en la barra de un bar detrás de 19 botellines de cerveza sin terminar. Puedo ver tu sonrisa y tu forma de llorar 19 segundos antes de que empieces a hablar de que las 19 cuerdas de tu guitarra se han envuelto con más noches que tú y aún no son capaces de amar. Me coges de la mano y me llevas a otro lugar totalmente inventado donde nos concedemos 19 minutos el uno al otro porque 19 horas siempre nos supieron a poco. Luego volvemos tropezando, con las piernas todavía temblando y los jadeos contenidos, a bailar con 19 desconocidos que no pueden ver en nuestros ojos las 19 miradas de deseo que nos intercambiamos al mismo compás. Son más de 19 las veces que te he pedido que te pierdas conmigo y hoy, a mis 19 años, tú estás tan sólo a 19 centímetros de rozarme el corazón.

jueves, 26 de agosto de 2010

Miedo.

Ahora que prácticamente se puede decir que lo tengo todo, lo que más tengo es miedo.
Me da pánico borrar tu forma de ser, tu naturaleza, y que un día amanezcas con mis manías en la cabeza y mis costumbres en los píes.
Temo que alguien se haya enamorado de cada uno de tus lunares y que te haya dedicado cada uno de los minutos de su vida mientras mira como me esperas sentado en las escaleras de mi portal.
Temo porque ese alguien pueda hacer todos tus sueños realidad y yo simplemente intentarlo.
Me asusta pensar que después del próximo trago de cerveza me apartes el pelo de la cara y me digas al oído que tú podrías estar una vida entera así, conmigo. Y también me asusta pensar que después de ese trago me darás un beso en la comisura de los labios y puedas desaparecer de mi vida. Tengo miedo de tenerte, y miedo de perderte. Tengo pánico de que por perderte quiera tenerte y que por tenerte vaya a perderte.
Por eso, si al mirar el móvil ves que te he llamado 9 veces seguidas, no pienses que soy una pesada en vez de una chica que se asusta de que no pueda volver a oír tu risa.
Si ya me vas conociendo, debajo de mi colchón guardo mis defectos e inseguridades para no aterrarme cuando me miras fijamente a los ojos como si pudieras ver a través de ellos. Debajo de mi colchón también he escondido ese absurdo de que a veces te quiero y esa manía mía de echar a correr cuando siento que no hay vuelta atrás.
Pero eso es todo, que tengo miedo.

miércoles, 25 de agosto de 2010

No sólo de imposibles se puede vivir.

Hay veces que me da por preguntarme si tiene algún sentido tratar de revivir algo que nació muerto, si de verdad se puede pretender buscar algo que sabes que encontraste por casualidad y que nunca te ha pertenecido. Porque... ¿Cómo se puede revivir algo que nunca tuvo vida? ¿Para qué buscar algo que nunca vas a poder tener? Que la respuesta es fácil, "déjalo, no intentes lo imposible." Pero por fortuna o desgracia, lo imposible es lo que siempre me ha atraído con mayor intensidad. Puestos a vivir en este mundo, mejor ser cada día un poco más inconformista. Y otra vez vuelta a darse cabezazos contra la misma pared.

lunes, 23 de agosto de 2010

C'est fini.

Cuando tienes la cabeza apunto de estallar y no encuentras inspiración ni de debajo de las rocas te das cuenta de que... no hay más. Se acabó. Que arrasamos con todo lo que nos rodea, lo utilizamos, lo tiramos, lo aprovechamos, lo guardamos... pero acabamos con todo, y cuando ya no queda nada, entonces, nos consumimos nosotros mismos.

sábado, 21 de agosto de 2010

Fusilamos el tiempo.

Esta mañana te recibí, pero no leí nada de abril. Te escribí, pero no te lo envié a ti. Al despertar escuché las sinfonías de todos los días y las notas me sonaron diferente, me sonaron raro. Sabes que sólo hallarás la respuesta en tu corazón. Yo todavía no la hallé, sigo preguntando, sigo esperando. Queda poco tiempo para la gran elección. Ahora te pregunto a ti, ¿elegirás desde el miedo o desde el amor? Depende solo de ti, pregunta a tu corazón. Te seguiré escribiendo. Todavía no te quiero, simplemente lo intento. Te estoy diciendo que yo no me rindo. Si algo me importa lucho y lo consigo. Que soy una cobarde, pero en otro sentido. En ti no busco pautas, ni amor, ni pausas, ni tener el control. Sólo te pido que disfrutes hoy por si mañana no nos vemos. No tengas miedo de sentir, no pidas garantías, no existen, ésas son sólo una ilusión. Yo me ilusiono con un solo de percusión y con los niños que se hacen preguntas y con el movimiento de mi falda al viento y cuando improvisas sonrisas. A veces pienso que eres incapaz de disfrutar de algo leyéndolo a la mitad, también leyéndolo al completo. Necesitas analizarlo todo.
La vida es bonita. Sé libre, sé feliz.
No sueltes mi mano pero no la aprietes con tanta fuerza.
No te pido que lo entiendas pero no trates de analizarlo.

viernes, 20 de agosto de 2010

It's a crazy situation.

Is it my imagination or have i finally found something worth living for?
You gotta make it happen!!

miércoles, 18 de agosto de 2010

El mimo memo.

Desde lejos ya se le ve venir con esa cara de mimo memo pidiendo en silencio un poco de mimos. Entonces yo me acerco y le muerdo una oreja pero él siempre hace como si nada. Luego le digo con voz enfadada a medias "es que nunca me haces caso" y él me responde "sabes que ahora mismo te tiraría a ese banco si no fuera porque toda una vida contigo no sería suficiente". Después caminamos sin ningún destino a mezclar nuestros sentidos y él mira el contoneo de mi culo al andar y yo me vuelvo seria para decirle mirándole a los ojos "el camino acaba de empezar pero no va a empezar a acabar nunca, porque yo quiero que te canses conmigo y no de mí." Vamos pasito a pasito por un sendero que no existe en el que él sabe que no hay hay te quieros que no lleven su nombre y que él no tiene sueños en los que yo no aparezca. Sabe que yo no le puedo ofrecer nada más que lo que soy así que normal que no sepa cómo reaccionar cuando se acerca como un mimo con su cara de memo y me convierte en una mema que sólo sepa darle mimos. Que no me venda castillos en la luna, que no los quiero si no está él en ellos y si está él entre dos matorrales ya soy feliz. Que tampoco me ofrezca deseos de tenerle, que de ésos me sobran. Con otro pasito más entre estos chiflados que nos miran con el ceño fruncido mientras nosotros nos hacemos el amor con la ropa puesta, que no follarnos, me basta para sacar una sonrisa y sentirme egoísta al tenerle de mi mano.

martes, 17 de agosto de 2010

Olfato y tacto.

Con sólo aspirar tu olor ya me viene la inspiración. En esos momentos en los que me tocas y cierro los ojos puedo ver una infinidad de cosas. Te veo a ti, y a ti conmigo. Nos veo montando en bicicleta por la playa a través de las olas. Nos veo metiéndonos mano en casas ajenas mientras vemos el telediario. Nos veo cosiendo abrazos con las cuerdas mudas de una guitarra. Nos veo jugando debajo de mi falda que baila un vals a ritmo de rock. Nos veo riéndonos de todo con las estrellas enredadas en mi pelo y con tus pies descalzos llenos de margaritas. Cuando me tocas y aspiro tu olor puedo ver lo imposible, eso que me hace gracia y que tú vuelves realidad. Luego las caricias se vuelven besos y me dices al oído "Ahora te toca tener los ojos bien abiertos porque te haré ver las estrellas y tú hacer como si estuviera rodeado de flores, de esas que me alegran los sentidos." Cada día las cosas más incoherentes cobran sentido a tu lado, tan incoherentes como que cada día me apetece un poco más tenerte cerca.

lunes, 16 de agosto de 2010

Light.

Tengo ese miedo, de que el haberte olvidado solo sea una imaginación, un espejismo que se nubla tras el día a día, que no me deja ver lo que de verdad pasa dentro de mi. Ese miedo a volver a defraudar, a no estar a la altura, y a volver a caer, a estar tan segura de mi que caiga en ese espacio que oscilaba entre nuestros cuerpos de nuevo. Volver a imaginar que quizás para ti fue especial, y que joder, ¡es que te acuerdas!, no me jodas … Pero lo malo no está en que no te acuerdes, si no en que tu cabeza guarda mucha información y muchos recuerdos, ese es el problema, que no solo guardas mis momentos si no todos, y no solo quieres repetir mis momentos, si no todos. Nunca fui especial, y siempre lo quise ser. A lo mejor dentro de tu mirada hay una chispita de mí, pero todavía quedan muchas chispitas por conquistar y lo siento, pero esta vez no quiero ser yo quien lo haga.



Incréible, eh.

domingo, 15 de agosto de 2010

Sapos en color pastel.

Yo no quiero a nadie que se suba a lo más alto de la más alta torre para rescatarme del dragón. Ese ni es tu deber ni es mi privilegio. Si quieres ir de príncipe azul búscate un caballo blanco y una princesa rosa que rescatar. A mí, la verdad, me van más los sapos.

sábado, 14 de agosto de 2010

Creo que el que está confundido eres tú. No estoy enamorada, es sólo que él me gusta mucho... casi tanto como tú.

viernes, 13 de agosto de 2010

Medios de transporte.

-Ayer me concedí un verdadero capricho, todo un lujo. Llamé a un taxi para ir a casa.
-¿Eso es un lujo? Menuda estupidez.
-No es ninguna estupidez. No lo es cuando estás acostumbrada a patearte las mimas calles interminables con un bolso que pasa más que tú y con un discman medio roto porque tu mp3 hace meses que murió. Tampoco lo es cuando en el mejor de los casos consigues coincidir con el autobús urbano donde ti sientes orgullosa al ser capaz de leer dos renglones seguidos sin clavar la esquina de tu libro a nadie mientras las señoras del fondo comentan a gritos cómo ha subido el pescado, un viejo se queja de las pintas del chico de al lado, una madre intenta callar a su hijo sin lograrlo y el señor de enfrente seguramente no se haya duchado en el último año. Después de vivir esto día tras día tras día no es ninguna estupidez que se me salten las lágrimas al llamar a un taxi.
-Anda, ponte guapa esta noche que yo me pongo traje. Te prometo que mañana te llevo a casa en limusina.
-No te preocupes, al café invito yo pero más te vale que la limusina sea negra y no blanca.

jueves, 12 de agosto de 2010

Fructopía.


Pues él era como la perfecta macedonia. Tenía un corazón de melón, de esos que son duros por fuera pero dulces en el interior. Sus mejillas parecían manzanas, a veces no podía evitarlo y me las comía a bocados. Su efecto en mí era como el de los kiwis en los viejos, le daba un beso y terminábamos en el baño. Su culo me recordaba a un melocotón, tenía una forma perfecta. Nunca quiso ser mi media naranja, a él le encantaba ser mi medio limón. Un día, nos subimos a su azotea, nos quitamos las capas y nos fuimos arrancando la piel hasta quedarnos en los huesos.

martes, 10 de agosto de 2010

Renaceré de tus cenizas.

Un día cualquiera... PUM! Todo está mal. Quizás no vuelvas a mi lado. Tú empeñado en que si no estás aquí es por miedo a no poderme tener siempre. No creo que sea eso, será que ya no te ves reflejado en mis historias. Es que ya no me salen historias de esas de chico conoce chica, chica se enamora de chico y chico hace feliz a chica. Ya no me salen porque tú ya no cuentas mis lunares. Viene el sol y el calor, y un "te quiero" como telón de fondo, como la línea del horizonte, esa línea que está siempre presente pero que nunca se puede alcanzar. Que todo era bonito, tú me hacías inventar historias, mis historias te hacían sonreír y tu sonrisa me hacía feliz. Nos sentíamos por encima del bien y del mal, y ahora... ya ni nos sentimos.

:)

Galain dice:
Henaaar si tu boca llena de plutonio está yo me la comía toa.
Henar de compañera estuviste y me jodiste
pero te perdoné con una bolsa de caritas pornosas con personas.


lunes, 9 de agosto de 2010

Mira que es raro.

Ahora que por fin puedo decir "te lo dije", que puedo torturarte haciéndote saber que yo era quien tenía razón... ahora ya no quiero.

domingo, 8 de agosto de 2010

Créeme de verdad.

¿A qué cojones estás jugando? La verdad, no lo entiendo. No sé si me quieres, si me odias, si soy indiferente en tu vida o un puto pasatiempo. Y esto que estás haciendo, ¿qué es? Dime si son pistas o hachazos porque no veo la diferencia. Estoy cansada de jugar al ni contigo ni sin ti, es más, me estoy cansando de jugar a tu juego en el que yo te tengo que querer y tú tienes que querer que te quiera. Las cosas no son así, que yo te quiero, cada día un poco más, cada día un poco más lejos. Que para cuatro polvos no hace falta pasarlo mal, créeme, al pan pan y al vino vino.

sábado, 7 de agosto de 2010

-Sólo te pido una cosa, déjame ir contigo.
-Bueno, vale, pero harás lo que yo diga.
-Está bien, ¿Adónde iremos ahora?
-A Cuba.
-Estupendo porque me muero por tomar Yuca con Mojo.

Esa joven.

Esa niña mira con envidia a esa joven con los labios rojos, tacones de charol y vestidito de domingo. Esa joven parece posar para una revista de moda y no se ha dado cuenta de que no hay ninguna cámara para inmortalizar el momento. El barrendero la mira con lascivia mientras una vieja, al verla, piensa para adentro que hace 50 años ella la habría dado mil vueltas y siendo digna de la mirada de Dios. Una pareja de enamorados pasa junto a la joven y ni siquiera se dan cuenta de que ella existe., ella en cambio se baja de sus tacones, emborrona su boca con el carmín, enciende un cigarro y se sienta en la acera con sus zapatos en la mano. Ella no quiere la envidia de una niña, ni la mirada de un barrendero, ni la nostalgia de una vieja, tampoco quiere ser portada. Quiere a alguien que la coja de la mano, la aparte el pelo de la cara y endulce sus días. Alguien, que como aquella pareja, la haga olvidar el mundo que la rodea.

viernes, 6 de agosto de 2010

Y ahora es el tiempo perfecto y yo ya no necesito de tu opio para nada.


jueves, 5 de agosto de 2010

Mundo absurdo.

Normal que no entendamos nada en este mundo. En este mundo donde se trafica con rosas a la salida de misa, donde los príncipes de nuestros cuentos son siempre ninfómanos pero románticos a la vez, aquí las leyes las hacen escritores con esmoquin y corbata, esos que nunca han escrito una carta de amor.
Normal que ninguno entendamos las ganas que tengo de abrazarte hasta asfixiarte. Y darte mil besos, sintiendo los golpes de mi corazón en tu pecho, que a ti te falta el aire pero a mí me sobra y tus manos están enganchadas a mi cintura como mis manos lo están en tu nuca, haciendo que esté prohibido moverse.
Estoy rodeada de incoherencia, de noches de sol y mañanas en las que se ven las estrellas. Hay desorden en mi habitación, en mi cabeza y hasta en mis besos.
De vez en cuando así sonreímos, cuando perdemos la cabeza al burlarnos de este mundo.

miércoles, 4 de agosto de 2010

¿Que qué nos queda?

Nos queda todo. Nos quedan las noches de conciertos y los bailes meneando el culo. Nos quedan las meriendas en el campo, las guitarras, los malabares, el vino y la cerveza. Nos quedan los desnudos en tu cama, o en la mía, o cuando no era una cama siquiera, sólo los dos desnudos. Nos quedan promesas por cumplir y otras ya olvidadas, y nuestro huequito en la Gran Vía.
Ah! A mí, todavía, me queda el querer echarte de menos y no poder, el pensarte y el desesperarte.

martes, 3 de agosto de 2010

Tengo miedo del verano, de paisajes y castillos.

Me miro delante del espejo y me siento diferente. No soy igual que ayer. Tengo diferentes ojos, diferente pelo, diferente boca, diferentes manos... Entonces me asomo a la ventana y lo entiendo todo. Me asusta el verano, no me acostumbro a él. Con el calor nos entran ganas de vivir todo con más intensidad, queremos que nuestras vidas se parezcan a los anuncios de bebidas de la tele, y este deseo puede con nosotros. Hay veces en las que me dejo llevar sólo por disfrutar un poco más que de lo que le toca a mi ración diaria.
Apriétame bien las manos y agárrate a mi cadera, apóyate si quieres en mis hombros o mira mi cuerpo como a ese paisaje desconocido por el que has pasado más de mil veces sin prestarle atención.
Tú, en cambio, eres un inmenso castillo, de esos que tienen pasadizos y cuartos oscuros. Eres un castillo lleno de secretos, de rincones escondidos, de cuadros que te miran y otras veces te ven. Por fuera estás desgastado de aguantar tantos chaparrones, golpes y arañazos, y a pesar de todo, se te ve resistente.
Mientras estoy sentada, frente a ti, analizándote, me dices con una sonrisa, "Eh, nena, la última vez que me diste un libro tenía una dedicatoria que no era para mí." Yo pienso, C'est la vie.
En ocasiones la que calza tacones, lleva el pelo suelto y se come las manzanas de dos en dos se enfada. Pone su mirada triste y se calla.

lunes, 2 de agosto de 2010

TocToc.

Doctor, tengo un problema. Siento un enorme hueco en mí, me siento vacía, como si se me hubiese perdido algo. Quiero volver a ser capaz de luchar como antes, a encontrar ese puto motivo que me hace seguir adelante. ¿Qué me recomienda?

viernes, 30 de julio de 2010

Once minutos.

Si tengo que ser fiel a alguien o a algo, en primer lugar tengo que ser fiel a mí misma. Si busco el amor verdadero, antes tengo que cansarme de los amores mediocres que encuentre. La poca experiencia de la vida que tengo me ha enseñado que nadie es dueño de nada, todo es una ilusión, y eso incluye tanto los bienes materiales como los bienes espirituales. Aquel que ya perdió algo que daba por hecho (algo que ya me ocurrió tantas veces) al final aprende que nada le pertenece.
Y si nada me pertenece, tampoco tengo que perder mi tiempo cuidando cosas que no son mías; mejor vivir como si hoy fuese el primer (o el último) día de mi vida.

Paulo Coelho.

jueves, 29 de julio de 2010

Después de la verbena viene la marea.

He vuelto y todavía no sé ni dónde estoy. Necesitaba escapar, tú lo sabes mejor que nadie y ha sido perfecto. Me he dado cuenta de que no te necesito, ni a ti, ni a tu sonrisa, ni a tus buenos días. Te quise y más que a nada, para qué negarlo, pero créeme que todo eso ha cambiado. Tu nombre sigue apareciendo en las aceras oscuras, en los asientos traseros del coche, en cada farola que se ilumina al pasar y hasta sigue en mi espejo pero... ya no me dice nada, ahora sólo son letras con recuerdos que no aceleran mi corazón. Es una pena, te lo digo, cariño, de verdad, porque no sabes cuánto te quise, pero hay trenes que sólo pasan una vez y a veces es mejor que ni vuelvan. Sigue con tu vida, sigo con la mía (más morena) y mañana, si quieres, hablamos y comentamos que tal el día. Gatos en Madrid hay a patadas y en este mundo de locos ni te cuento, puedes tomártelo como una despedida o un hasta luego, pero mis textos ya no llevarán tu nombre de fondo, puedes buscarlo, incluso encontrarás restos de esos que reflejen que algún día fuiste mi inspiración, pero de amor, de sentimientos de esos que había antes ya no hay, no te molestes, de todo se aprende y tú me enseñaste que en el espejo, antes de tus letras empañadas por el vaho de la ducha, está mi cara y mi estupenda sonrisa. Hasta siempre pero como nunca. Desde lejos las cosas se ven de otra forma y cuando las olas acarician mis pies ya nada me puede parar.

jueves, 22 de julio de 2010

Prólogo de una despedida a la francesa.


Todavía me acuerdo de cuando me gritabas desde tu cama "¡No huyas cobarde!" mientras yo corría hacia la cocina con tus pantuflas en mis pies. Ahora voy a ser cobarde de verdad, ahora voy a huir pero muy lejos, sin que sepas a dónde. Sabes que estoy enamorada de Madrid, de sus calles, sus luces y sus gatos. Esta vez pasearé por la playa e intentaré que mis ideas se quemen con el sol. No te prometo ser una chica decente, ni que por las noche no me vaya a emborrachar. Pienso desaparecer por un tiempo y dedicarme solamente a mí. Hacer lo que quiera, cuando y como quiera, sin dar explicaciones a nadie. Me voy lejos, donde nadie me conozca. Me voy a bailar con niños ricos y a beber con vagabundos. No te prometo recordarte, ni echarte de menos... pero te prometo ser egoísta como nunca lo he sido, como nunca lo fui desde que te conocí. Me toca irme y sin decirte ni adónde ni por cuánto tiempo.

miércoles, 21 de julio de 2010

Principito.

Nunca domestiqué a ningún zorro, ni tampoco consiguió domesticarme un principito. Espero el día que una rosa llegue a enamorarme y en los días tristes poder mover una silla y ver millones de atardeceres que me hagan sentir un poco más feliz. Mi cordero se escapó de su caja y ahora no sé donde está. Lo esencial es invisible a los ojos y mi corazón ha perdido las lentillas. Usando palabras hay malentendidos por eso los adultos sólo entienden de cifras. A cada uno hay que exigirle lo que cada uno puede hacer, no hay más. Se me olvidó tapar mi lampará y un golpe de viento la apagó. No llegué a comprender lo importante que era tu risa y ahora nunca la volveré a oír. Me seguiré sintiendo afortunada al mirar las estrellas, puede que en alguna estés tú. En fin, puede que a veces sea un poco mentirosa pero cuando se quiere ser ingeniosa suele ocurrir. Lo peor de todo es que seguramente esto nadie lo llegue a entender, tenemos demasiada tendencia a querer crecer.

martes, 20 de julio de 2010

Ahora siento que por fin puedo decir la verdad.

No sé como te atreves a venir a decirme que me quieres cuando yo te he suplicado tantas veces y jamás me hiciste caso. No sé como puedes atreverte a venir a pedirme que te acepte cuando tú no has aceptado ni una sola de las cosas que te digo.

Sin negrita ni cursiva, sólo subrayado.

Si leo sobre lo ya leído, si cada libro que tengo está lleno de líneas y hasta párrafos subrayados, esos que verdaderamente me gustan, será porque así siento que cuando ya no esté a tu lado bastará con que ojees alguno para que me recuerdes. Para que recuerdes que hay cosas que me hacían sonreír y que tú las conocías mejor que nadie.

lunes, 19 de julio de 2010

En realidad el arte es insignificante, el arte no me dice nada. Lo que me preocupa es la guerra de trincheras que se esconde en la cabeza del artista. Yo escribiré una oración por cada uno de tus miedos.

viernes, 16 de julio de 2010

Llegáis tarde al té.

Las cosas no van tan mal, a pesar de todo seguimos vivos. Ahogarnos ahora sería peor que morir como una estrella de rock, joder. Así, sin sentido ninguno. Sigo aguantándome (la respiración) cuando te veo pasar y la hora del té ya nunca será igual. Me falta un sombrerero loco que domestique mis manías cuando me pongo a remover el azúcar. Ya te he dicho, las cosas no van tan mal, es sólo que... feliz no cumpleaños a tú también.

Ya sólo me calienta el camisón.

Mientras yo tocaba la guitarra él jugaba solo al ajedrez, apuntando quien iba ganando en su pizarra y felicitándose cada vez.

miércoles, 14 de julio de 2010

-No pierdas el tiempo, hoy no me sale sonreír. Lo puedes dejar ya.
-Es que no lo hago por ti, quien necesita esa sonrisa soy yo.

lunes, 12 de julio de 2010

Buenos días.

Hay mañanas y mañanas. Tú llámame mañana y dime que me quieres y que en el fondo me echas de menos y que puede que hasta me necesites. Llámame mañana pero por la tarde (así de paso de deseas una buena tarde). Por la mañana no me llames, paso, no quiero. Mañana por la mañana lo que quiero es que me digas buenos días pero mirándome a la cara, en la misma cama, desarropados y muertos de hambre y de ganas. Porque sabes que hay mañanas y mañanas.

sábado, 10 de julio de 2010

No hay manera.

Ya no hay fronteras. Me dejaré llevar a cualquier lugar.

Yo (te) quiero más.

viernes, 9 de julio de 2010

Mandarina.

¡Eh! A mí no me vengas con esas. Ya sabes, yo hoy no te quiero si tú no me quieres mañana. Tampoco me pidas un beso de buenos días si el beso de buenas noches no fue el mío. No estoy en plan celosa, ya me conoces. Las cosas se llaman por su nombre y si esto es un juego se me olvidó leer las reglas. Si te soy sincera prefiero que estés con ella, de verdad. Prefiero que sea ella la que tenga que aguantar como me echas de menos o que sea a ella a la que te la tires pensando en mí. Dices que no tengo sentimientos y que por eso soy así de fría, no cariño, soy fría porque sentimientos es precisamente lo que me sobra. Ahora no quiero encontrarme con mi media naranja. Ahora sólo quiero perderme en el olor a mandarina que me hace caer en la tentación.

jueves, 8 de julio de 2010

Tonterías al azar.

"Me das ganas de vomitar, no es que me des asco, no. Es que contigo, en mi estómago, en lugar de mariposas hay rinocerontes."

Las cosas no son siempre lo que parecen, que te voy a contar que tú no sepas. Sé que a veces me sientes distante y fría, que no soy todo lo cariñosa que debería de ser pero... no tengo ovarios a decir las cosas como son, por eso me refugio en un blog de pacotilla, me dirijo a un tú que no existe y ese tú que lleva tu mismo nombre. Soy una cobarde, ya puedes decirlo, afirmarlo y repetirlo. Hay una cosa que me consuela, cierto, que tú aún tienes menos valor que yo. No sabes decir sí ni tampoco sabes decir que no. Dudas cuando dices un tal vez e incluso un quizás. Te atormentas pensando que no quieres nada cuando en el fondo lo quieres todo y te duele saber que de todo lo que quieres hay una por la que darías lo que fuera. En el fondo tenías razón cuando decías que un día de estos, cuando menos lo esperase, te echaría de menos aunque sólo fuera un poquito. Ya no creo en promesas que se ríen de si mismas antes de llegar al "te lo juro" final. Seamos valientes por una vez, si me echas de menos y te echo de menos... coño, la solución es que me invites a una caña mañana a las siete, pero de la tarde, claro. Es eso, que soy una cobarde que no es capaz de intentar luchar por lo que quiere por miedo a que todo se vaya a la mierda, que sino lucho por ti igual es... por que te quiero. Por cierto, la caña con limón, como siempre, ya sabes.