Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

domingo, 7 de marzo de 2010

Nunca recuerdo olvidarte.

No tiene sentido seguir disimulando que las cosas van bien y que aquí nunca ha pasado nada. No se puede seguir figiendo de esa manera tan frívola día sí y día también. ¡Claro que han pasado cosas! Pero si tratamos de olvidar todo nos olvidaríamos también de las cosas buenas. Olvidaríamos las mañanas en las que improvisábamos con la guitarra o cuando hacíamos malabares por las calles frente a unos cuantos niños que se paraban curiosos, esos que nunca entendieron que se pudiera discutir y darse codazos entre besos. También olvidaríamos las comidas en tu casa y esas adorables sobremesas, esas natillas de tu madre y los chistes de tu padre han sido cosas que verdaderamente llegué a echar de menos. Se olvidarían también las tardes por Madird y con ellas el césped del retiro y que los helados... siempre sabían mejor en tu boca. Tampoco seríamos capaces de recordar las noches de conciertos ni cuando jugábamos a inventar constelaciones entre orgasmos.
Por eso pienso que lo mejor sería volver a empezar pero no de cero. Eh, todas esas cosas pertenecen al pasado y no volverán, pero tampoco se merecen ser olvidadas. Simplemente ha llegado la hora de dar la vuelta al folio y seguir con nuestra historia, sin necesidad de volver a mirar atrás pero sin necesidad tampoco de arrancar esas páginas... ¿no crees?






http://www.youtube.com/watch?v=hdQ99wLYc2g

"He vuelto a recordar las tardes de café, las noches locas que... siempre acababan bien."

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