Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

miércoles, 27 de abril de 2011

To London.

Te voy a contar como van las cosas por aquí desde que te fuiste. Ninguno te hemos olvidado y aquí seguimos con nuestras vidas. Empezaré por I. que será lo que más te intriga. Sigue igual, bueno, hace poco se quitó la barba y conocí a unos amigos suyos de su tierra, pero poco más. Por K. no te preocupes, sigue igual de pesado con sus llamadas inoportunas a todas horas pero ya ha abandonado la idea de suicidio, ahora, cuando se acuerda, se ríe y se pone rojo por haber sido tan tonto. Seguro que lo sabes pero N. ya tiene el carnet de conducir, estoy deseando de que llegue el verano para que nos vayamos a cualquier otra parte y hacer locuras como te prometí por tu cumpleaños. En cuanto a S. le veo más desanimado de lo normal pero es imposible saber que le pasa, se encierra en su música y no hay más. Se ha cortado bastante el pelo pero sigue con sus ojos del apocalipsis, ese movimiento tan suyo que hace cuando habla y se sigue emborrachando por las noches con el momento de autismo que conlleva. Luego está C. y esa bipolaridad suya que no acabo de entender. Siempre tenemos prisa por hacernos el amor a todas horas pero somos igual de orgullosos y cada vez le encuentro menos sentido a todo esto hasta que llega el viernes o me llama al móvil, entonces todo empieza de nuevo. En fin, qué te voy a contar a ti que me conoces de sobra y sabes que en esto de querer a alguien siempre he sido un desastre. Últimamente hablo más con M. y con A. El día 29 M. se presenta al práctico de conducir, espero que tenga suerte u olvídate de hablar con él, ya conoces su humor cuando suspende algo. En cuanto a A. sigue en su línea, es imposible sacarle de casa, dice que estudia aunque hablamos más por ordenador que en persona y eso que vivimos a cinco minutos. Tal y como están las cosas te voy a hablar claro y a ser totalmente sincera, te echo de menos y cuento los días para que vuelvas. Es que, verás, las cosas aquí sin ti son monótonas, todo se repite y a la vez nada es igual. Las guitarras en el coto suenan diferentes y las noches me gustan más cuando estoy contigo.

domingo, 10 de abril de 2011

Conozco un lugar no muy lejos, a unas dos o tres cervezas de aquí. Es un lugar maravilloso para no pensar en nada y caer muertos, la verdad, nada puede salir mal allí.