Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

miércoles, 21 de mayo de 2014

Hasta los ovarios.

¿Detenidos por apología al terrorismo? ¿En serio? ¿Por insultar a través de internet? Esta misma mañana se está desalojando en Usera a una mujer embarazada de ocho meses por no tener recursos, pero eso no está condenado. Que Andrea Fabra se ría en la cara de 6 millones de españoles sin empleo en pleno congreso y que encima ellos tengan que pagar impuestos para que esta hija de un buen cabrón cobre tampoco está condenado. Que si te haces las pajas con la derecha en vez de con la izquierda al niño Jesús no le parece pecado, y siempre la misma canción. Podemos seguir con todas esas cosas que no están condenadas pero luego ellos siempre sueltan a sus perros de pre(n)sa que te acechan tras cada esquina para masticarte bien las ideas y sólo tengas que cagarlas, sin preocuparte por digerirlas. Total, no puedes sacar nada de provecho.Vivimos en una dictacracia, una especie de despotismo ilustrado en el que no hay nada para el pueblo pero se conserva al pueblo, si nos cuelgan bocabajo puede que todavía nos quede chatarra el los bolsillos del pantalón. No sé si tanta represión es consecuencia de que por las noches ya no duermen porque tienen miedo, ojala. Ojala por las noches lloren y aparezcan en sus pesadillas todas las personas desahuciadas, sin empleo, con empleos precarios, estudiantes lejos de sus casa, aquellos que tuvieron que dar a sus hijos y también los que se tuvieron que quitar la vida. Porque éso sí que es terrorismo abusivo e insultante. Porque ésto, señores, acaba de empezar y no es violencia. Lo que pasa es que cuando escupes hacia arriba tiende a caerte en un ojo, y después de tanto escupir te arriesgas a quedarte tuerto. Así de simple, señores.