Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

lunes, 27 de junio de 2011

Algo así como...


Abrió la puerta y entonces padre lo llamó.
Se levantó y enarcó una ceja, como si su hijo hubiera olvidado algo.
Bruno lo recordó en cuanto su padre hizo el saludo, lo imitó a la perfección:
juntó los pies y levanto el brazo antes de entrechocar los talones y articular con voz fuerte y clara (lo más parecida a la de padre) las palabras con las que siempre se despedían los soldados:

-Heil, Hitler!

Lo cual suponía él que significaba algo así como "Hasta luego, qué tengas un buen día."





"El niño con el pijama de rayas." John Boyne.

domingo, 26 de junio de 2011

Ahora he vuelto a mis manías, no quiero rehabilitarme.


Sé que al destino volveremos a engañar, para que no se acostumbre a nuestras rarezas, para que nunca más nos vuelva a manejar.


sábado, 25 de junio de 2011

Buen chico.

Siempre fuiste un niño bueno de extraños ideales. Déjalo, lo tuyo no es dar patadas a las farolas, no lo intentes. Lo tuyo es planear pero no actuar. Te acabarán prohibiendo lo que un día te obligaron a hacer, pero tú eras un niño bueno. Siéntate a mirar tras la ventana como la gente inocente va perdiendo sus vidas, nota como la sangre acelera su ritmo y las lágrimas se dejan caer por tu cara. Corre, en la cocina huele bien, dale un beso a mamá en la mejilla, como siempre. Eras un niño bueno, deja de actuar, sé que papá te dijo que no llorarás, que hay que ser fuerte. Cierra la boca cuando mastiques chicle y deja a las señoras gordas de grandes sombreros pasar primero. No tienes tiempo para rebelarte, ataron bien tu correa, te has acostumbrado al sabor del bozal. Lo que quiero decir es que sí, que yo estoy jodida, pero no más que tú.

miércoles, 1 de junio de 2011

No puedo hacer más si este más siempre resta.

Nunca jamás me sentí tan pequeña como el día en que ocupé tus sueños, esos de los ojos abiertos cuando el mundo aún estaba durmiendo, cuando el sol no quería salir porque había pasado la noche sin ti. Cualquiera diría que somos adictos al humo que sale de tus cigarrillos. Enciendo el cigarro con aquella estrella que arde a lo lejos porque hablan de ella en un universo infinito que cruza miradas que aquí no se mirarán nunca. Jugando desnudos nos tapaba un eclipse de luna, yo me sentía como una astronauta perdida en tus pecas, hacían que me olvidase de que sigo en la tierra. Hoy, tal vez no lo sepas, pero sigo bailando con otros planetas. Tendré que mirarte por un telescopio, buscar tu señal en la radio subida en la nave sin un copiloto que sepa cruzar el espacio, siguiendo la estela que deja el cometa que va donde digan tus labios. Me perdí en tu universo de noches fugaces y días extraños.