miércoles, 24 de septiembre de 2014
Tequila.
Ayer al desayunar confundí el azúcar con la sal, al beberme el café odie profundamente la sal. Al mediodía comía paella, confundí un grano de arroz con una pepita de limón, al morderla odie profundamente el limón. Esta noche me confundí con mi amigo el sabio. Me dijo que para una herida abierta lo mejor es el tequila con limón y sal. El alcohol desinfecta y si escuece es que se está curando. Al tercer chupito bendije la sal y bendije el limón. A partir de ahí todo ha ido a mejor.
martes, 16 de septiembre de 2014
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