Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Era de Burning, Ronaldos y Lou Reed.

Sólo me queda rock & roll para ti, eso y algunas de mis noches vacías, mis sueños, mis desvelos y mi manía de querer tenerte un poco más. Puedo recorrerme de punta a punta el mundo intentando encontrar algo que llene ese vacío que me dejas cuando sonríes y te vas, pero sólo se quedará en eso, en un absurdo intento que no conseguiré alcanzar jamás. Te puedo decir que me vay a cuatrocientos kilómetro o a cuatro mil que a ti te da igual, tú con un "llámame cuando vuelvas, pequeña, que te habré echado de menos" lo solucionas todo. No entiendes que yo no quiero perderme por la Gran Vía las noches oscuras y frías, que yo lo que quiero ahora es perderme esas noches entre tus sábanas e irnos quitando poco a poco las escarcha, derritirla y desayunarla por la mañana. Puedo entrar en cualquier bar y escuchar piropos y propuestas indecentes de todos aquellos que se hacen pasar por caballeros para culminar en sus diez minutos de gloria pero son palabrería barata que no me dice nada, sólo tus maullidos de gato hacen que mis pelos se ponga de punta y mi carne de gallina. Aunque tiente a la suerte con todos esos héroes de barrio que miras con odio sólo quiero probar fortuna contigo, no es tan difícil de entender. Búscame en los bares y callejones de siempre que yo estaré con mi falda, mis pitillos o envelta en trapos, con los labios morados y los dientes castañeando por el frío, esperándo a ver si vienes tú con tu abrigo y con tus brazos que me rodean dándome el calor que sólo ellos saben y me salvas de este invierno que se aproxima inevitable para llevarme a tu refugio donde siempre es primavera, nuestra primavera. Hemos vivido juntos más noches que los que la luna puede contar con sus ojos inocentes, noches en las que todo estaba bien. Esta noche he conseguido volver a ser tu estrella y hemos vuelto a ser lo más rock and roll que hay por aquí pero no sé cuantas noches aguantaremos ni cuanto de alto está ese piso imaginario que creamos para que algún día tú y yo tuvieramos nuestro rincón secreto, oculto de miradas agenas. Qué triste, eh. Aunque lo más triste de todo es que en los periódicos nunca aparecerá una historia tan preciosa y aténtica como la nuestra acabada en puntos supensivos o un interrogante continuo, esa historia de cuando yo te sonrío, te doy un beso en la mejilla y tú me susurras "Vamos a perdernos para siempre, Lady Madrid."

1 comentario: