Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

martes, 17 de mayo de 2011

Apura el trago.


Hubiera querido iniciar una revolución en tu cama todas las mañanas, encadenarnos y que no existieran suficientes despertadores dispuestos a hacernos desalojar tus sábanas, sacarle la lengua a todas las horas que huyen resignadas. Siento que ya no quedan malos de películas americanas ni gente buena de sonrisas inocentes, apenas queda gente interesante con la que coincidir un lunes y escapar de la vida sin llegar a morir. Será que esto a lo que llamábamos amor fue que nos cruzamos una tarde en que tú tenías una flor amarilla y yo llevaba un libro que tú nunca leerías pero que te llamó la atención. Esa tarde llovía y hacía un viento horrible que golpeaba contra nuestras caras recuerdos amargos de despedidas, paseos en las barcas del retiro y tickets de metro usados. Me gustaría llegar a ser tu alfa y omega, jugar a imaginarnos un mundo diferente cada día y que ahora, en primavera, planeemos dónde tomar la siguiente cerveza sin saber si iremos a la playa este verano. No hay mucho que hacer, a ti te encantan los líos absurdos en los que siempre andas metido por no entender de leyes ni razones. Eres de ese tipo de personas capaces de derribar un puente con tan sólo caminar sobre él y al mismo tiempo romper a llorar pensando que podrías salvar a toda la humanidad pero que ni siquiera planeaste un intento. No te negaré que me aterra el olvido, la distancia y hasta los pomos de las puertas aunque quizá ya no merezca la pena, quizá te des cuenta de que llega la hora de tomar decisiones y quizá, puestos a eligir, tal vez no me elijas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantan los guiños a rayuela ;)