Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

jueves, 31 de marzo de 2011

En tus manos.


La conversación era seria, o eso creo, no sé, no podía evitar prestar toda mi atención a tus manos. Había un montón de certezas volando sobre la palma de tu mano izquierda que gesticulaba sin parar. Tu mano derecha tenía prisionera toda tu verdad, el puño estaba cerrado y apretabas con fuerza como si dentro escondieras una pelotita antiestrés multicolor y con un estampado horrible. A mi alrededor había deseos lanzados al aire y decepciones que botaban sin parar. Notaba como tus creencias y pensamientos impactaban contra la pared. Sólo me concentraba en observar tus manos sintiendo como la resignación se escapaba por la ventana tras pasar por mis ojos y su eterna expresión de confusión. De pronto tus manos chocaron y entrelazaste tus dedos, uno a uno, fuerte, muy fuerte.
-Bueno, por mi parte ya está todo dicho, ¿tú qué opinas?
-...
-Sí, tienes razón, necesitas tiempo para pensarlo.

Cuando ese tiempo pasó entendí lo que había sucedido en ese choque de manos. Estabas estrangulando todos tus sentimientos... hasta matarlos.

2 comentarios:

Tetsu dijo...

Ahogaba sus sentimientos en medio de su profundo silencio.

seres eléctricos dijo...

Suicidio de sentimientos, eso es de lo peorcito.