Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

jueves, 22 de julio de 2010

Prólogo de una despedida a la francesa.


Todavía me acuerdo de cuando me gritabas desde tu cama "¡No huyas cobarde!" mientras yo corría hacia la cocina con tus pantuflas en mis pies. Ahora voy a ser cobarde de verdad, ahora voy a huir pero muy lejos, sin que sepas a dónde. Sabes que estoy enamorada de Madrid, de sus calles, sus luces y sus gatos. Esta vez pasearé por la playa e intentaré que mis ideas se quemen con el sol. No te prometo ser una chica decente, ni que por las noche no me vaya a emborrachar. Pienso desaparecer por un tiempo y dedicarme solamente a mí. Hacer lo que quiera, cuando y como quiera, sin dar explicaciones a nadie. Me voy lejos, donde nadie me conozca. Me voy a bailar con niños ricos y a beber con vagabundos. No te prometo recordarte, ni echarte de menos... pero te prometo ser egoísta como nunca lo he sido, como nunca lo fui desde que te conocí. Me toca irme y sin decirte ni adónde ni por cuánto tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anybody seen my baby?!