jueves, 21 de octubre de 2010
Día morado.
Esta mañana, al levantarme, le he preguntado al gato de escayola de la calle de enfrente que si te había visto pasar. No entiendo ni de relojes ni de calendarios, no hay tiempo, no me queda tiempo para seguir siendo una turista en tu pelo. Tengo días del color azul del mar y de color rojo, como los de Audrey Hepburn. Antes de tumbarnos en el sofá a ver el telediario sin intercambiar palabra alguna tengo que averiguar que se esconde en tu mirada.
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