Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

jueves, 14 de octubre de 2010

Hielo.

Me he puesto a rebuscar en el cajón de los recuerdos y he abierto el tarrito ese donde guardaba tus besos por si algún día me faltabas, pero ya no queda ninguno porque hace tiempo que los mal gasté todos sin darme cuenta de cada segundo que no estabas a mi lado perdían su valor. Esta mañana, al ir a la biblioteca, el pobre de la esquina me preguntó por ti, me preguntó por ese chico que solía ir agarrado de mi cintura y que le daba algo de conversación cuando pasaba. No supe que contestarle, sólo he sonreído al ver que no soy la única que echa de menos tus tonterías. Fuera, en la calle, está lloviendo y las gotas descienden por mi ventana a la misma velocidad que lo hacía tu cremallera cuando nos quedamos solos. Tú seguro que estarás empapandote paseando por la calle, con tu pelo mojado... como si te estuviera viendo. Esta tarde no vendrás a buscar cobijo entre mis sábanas ni a secarte con mi almohada. Ya nadie llama a mi puerta, aunque en la entrada de mi casa a veces veo las huellas de tus zapatos estampadas con barro, tú te acercasy te vas, en silencio y sin rechisatar tras leer bienvenido en el felpudo, qué ironía. Después de tanto apagar luces y de aguantar el calor el FIN se nos resiste y siempre acabamos con un CONTINUARÁ sin saber cuándo llegará el último capítulo de esta preciosa historia en ruinas. El café todavía conserva su sabor amargo y boca, algunas noches, conserva su sabor a cerveza, pero Madrid cada día es más gris y va perdiendo musicalidad cuando no escucha el punteo de tus dedos en mi guitarra. Me he perdido en callejones sin salida intentando encontrar un atajo que me lleve a tu casa. En esta guerra, una vez más, salgo perdiendo y ya no me quedan vidas y tú sigues sin entenderlo, en el fondo te envidio. Algunas veces te quedas en blanco y yo sin saber cómo reaccionar ni cómo descansar me vuelvo a enredar entre tus dedos. La única explicación que le encuentro es que contigo tengo frío pero sin ti me congelo. Sólo quería recordarte que mi estrella en ocasiones se cansa de brillar, vuelve a encenderme.

2 comentarios:

Shadow dijo...

ni contigo ni sin tí
que ironía...es dificil saber elegir pero muy pocas veces pasa que salta una chispa y hay que aprovechar,encenderla aunque luego el fuego no salga bien del todo
que bonita entrada*.*

Maya dijo...

Que entrada más linda^^ me encantó tu blog! :] te sigo, pasa por el mio,
www.woondeerfulthings.blogspot.com

besitoos y cariños. Flori(: