Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

viernes, 26 de febrero de 2010

Baílame el agua.

Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de tu jardín secreto.
Sácame de quicio.
Hazme sufrir.
Ponme a secar como un trapo mojado.
Lléname de vida.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonta.
Olvida todo lo que haya podido decirte hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos, pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Toca mis ojos, nota la textura del calor.
¿¿Por cuánto te vendes??
Píllate los dedos.
Deja que te invite a un café, caliente claro, y sin azúcar...
sin aliento.

http://www.youtube.com/watch?v=thT9kiVE35I

“Y mis mejores deseos… qué te follen!”

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