Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

martes, 16 de febrero de 2010

Nadie escucha ya.

No puedo hablar a las paredes,

porque éstas están chillándome a mí.

No puedo hablar con él,

porque él sólo escucha a las paredes.

Quiero alguien que oiga lo que tengo que decir.

Y quizá, si hablo lo suficiente, diga algo con sentido.

http://www.youtube.com/watch?v=PADPn3akDIU

“Ella es fuerte y débil a la vez, pero así somos los dos…”