Paraba de frotar sus cuerdas y al ver el brillo de mis ojos me sonreía y me decía:
-Creo que a ti te podría hipnotizar... ¿Qué te dice la música?
-Nada. No sé, simplemente me gusta.
-No es verdad. Lo leo en tus ojos. Dime lo que te dice, lo que te dice al final.
-Nada.
Me miraba defraudado un momento. Luego, mientras guardaba su violín:
-Sé que no es verdad.
Pero al igual que nada es lo que me dice su música, nada es lo que siento por él. Es el mismo nada que no existe y que él tiene que creer.
Feliz cumpleaños nene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario