Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

sábado, 17 de abril de 2010

Sinsentidosedice.


Que si me pongo a pensarlo lo mejor es jugar al gato y al ratón. Te gusta que sea gata, ¿no? Pues tú ahora serás mi ratón porque resulta más divertido y menos dañino que seas una simple presa. Si tengo que elegir a alguien no será al que me llene de halagos y flores por las mañanas. Una cosa que me solía funcionar era meterme en las cabezas de esos caballeros a través de la mirada. Si se te dilata la pupila al verme estamos perdidos. Es como ese felpudo hortera que luce Welcome a modo de tatuaje Una vez en la cabeza miro si lo que hay dentro me gusta, si realmente merece la pena. Pena que tu mirada está vacía, o vacía tu cabeza. Será que lo de adentrarse en la mirada es cuestión de práctica y yo hace tiempo que flaqueo en ese terreno. Me encanta contradecirme, nada nuevo. Por el simple hecho de que así resultará imposible adivinar como me encuentro. Puedo decir que me muero por tus huesos, sí, por tus huesos al trasluz el día de la autopsia. De ahí no se saca nada en claro. Que no hay quien me entienda es algo que entendimos todos hace tiempo. Tú, sonríe, que ya no hay versos para ti. Bueno hay quien lo llama "racha de inspiración". La putada es que mi musa es la desilusión. Así es más fácil escribir. Sin rendir cuentas a nadie por ni una sola de sus palabras. Dime, ¿qué hacemos este agosto? Nah, da igual. Que mis textos ya no son para nadie. Pero hace que ciertas majaderías cobren sentido. Como la oda a la gota que cayó de la nube en un día de lluvia. Absurdo, incoherente y repetitivo. Pero hay quien lo encuentra bello. Pues eso, que en cuanto a gustos no hay nada escrito y yo cada día escribo que me gustas un poco más.

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