Tengo dos mil razones para olvidarme de todo y no pensar más que en tu voz. Tú que ya no crees en la gente, que tomas pastillas rosas y te has vuelto nihilista. Ahora que soñamos con no soñar, ahora que veo que no sabes decir que no...
Quiero que vengas conmigo a cualquier otra parte.
*Son palabras de Dorian que tú ordenas, ya sabes.
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