Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

martes, 2 de marzo de 2010

El día que no pueda más haré pum! y explotaré.

Esta es la historia de un sábado de no importa qué mes
y de un hombre sentado al piano de no importa qué viejo café.
Toma el vaso y le tiemblan las manos,
apestando entre humo y sudor,
se agarra a su tabla de naufrago
volviendo a su eterna canción...
toca otra vez, viejo perdedor, haces que me sienta bien.
Es tan triste la noche que tu canción sabe a derrota y a miel.
Cada vez el espejo de la pared
le devuelve más joven la piel,
se le encienden los ojos y su niñez viene a tocar junto a él.
Pero siempre hay borrachos con babas
que le recuerdan quién fue:
el más joven maestro al piano vencido por una mujer…

Ella siempre temió echar raíces que pudieran sus alas cortar

y en la jaula metida, la vida se le iba y quiso sus fuerzas probar.

Él no lamenta que dé malos pasos
aunque nunca desea su mal,
pero a ratos con furia golpea el piano y
hay algunos que le han visto llorar.
El micrófono huele a cerveza
y el calor se podía cortar.
Solitarios oscuros buscando pareja,
apurándose un sábado más.

Hay un hombre aferrado a un piano.
La emoción empapada en alcohol y una voz que le dice:
"pareces cansado y aún no ha salido ni el sol".


http://www.youtube.com/watch?v=-aZUvbE_ocg&translated=1

"Dejé de contar ovejas para poder dormir y cuento los defectos que me quiero corregir ... "

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