domingo, 21 de marzo de 2010
Neuronas ahogadas en ron.
Noté morir algo bajo el pie del embrague. Podía ser un caracol, un conejo, o una certeza. Hay algo extrañamente mágico en el nombre de los cócteles. Estoy pensando en secuestrarte. Y escaparnos a algún sitio donde no exista nadie. Ni siquiera nosotros. Voy a prenderle fuego a todas las cosas que no significan nada. Empezaré por mí, y seguiré por el vacío. Ya no tengo edad para escribir cuentos. El suicidio es la forma más elegante de despedirse a la francesa . Soy una soñadora, no una imbécil. Prefiero la rabia a la pena.
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