Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

jueves, 6 de mayo de 2010

Tenía la boca grande, como las culebras, y era graciosa, como un gatito, pero había en ella algo turbador... de insecto.

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