Es indudable que lo que más excita las apetencias literarias del lector es saber que el autor ha sido encarcelado por sobreexcitar la libinosidad de millones de compatriotas. Groucho Marx.

viernes, 13 de agosto de 2010

Medios de transporte.

-Ayer me concedí un verdadero capricho, todo un lujo. Llamé a un taxi para ir a casa.
-¿Eso es un lujo? Menuda estupidez.
-No es ninguna estupidez. No lo es cuando estás acostumbrada a patearte las mimas calles interminables con un bolso que pasa más que tú y con un discman medio roto porque tu mp3 hace meses que murió. Tampoco lo es cuando en el mejor de los casos consigues coincidir con el autobús urbano donde ti sientes orgullosa al ser capaz de leer dos renglones seguidos sin clavar la esquina de tu libro a nadie mientras las señoras del fondo comentan a gritos cómo ha subido el pescado, un viejo se queja de las pintas del chico de al lado, una madre intenta callar a su hijo sin lograrlo y el señor de enfrente seguramente no se haya duchado en el último año. Después de vivir esto día tras día tras día no es ninguna estupidez que se me salten las lágrimas al llamar a un taxi.
-Anda, ponte guapa esta noche que yo me pongo traje. Te prometo que mañana te llevo a casa en limusina.
-No te preocupes, al café invito yo pero más te vale que la limusina sea negra y no blanca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Te perderás muchas cosas dentro de una maquina de afeitar negra. Qué fácil es acomodarse ¿verdad?

Coge el autobús.

http://www.youtube.com/watch?v=psOmwlFd3_g&feature=related